El equipo de científicos estadounidenses BrainGate, especializado en el desarrollo de tecnologías para personas con parálisis cerebral, realizó la primera prueba humana de una interfaz inalámbrica cerebro-computador (BCI, por sus siglas en inglés), que es capaz de captar y de descodificar las señales en el cerebro humano y de transmitirlas a dispositivos externos sin una conexión por cable.
Estas inferfaces permiten a personas con discapacidad escribir en
pantallas del computador o manipular
protésis robóticas.
Funcionan gracias a un chip implantado en la corteza motora del paciente
que registra las señales emitidas por las neuronas.
A continuación, el chip envía estos datos a un ordenador que los traduce
en instrucciones que envía, por ejemplo, a un brazo robótico para que este se
mueva obedeciendo a los pensamientos del sujeto.
Las BCI que se usan tradicionalmente en ensayos clínicos requieren
cables para conectar la matriz de sensores cerebrales a computadoras. Sin
embargo, estos cables limitan en gran medida dónde y cuándo pueden usar los
pacientes la interfaz, al tiempo que requieren la supervisión de un experto,
reseñó RT.
Los científicos de BraiGate han logrado reemplazarlos por un pequeño
transmisor de unos 40 gramos que se coloca en la parte superior de la cabeza y
que se conecta a una matriz de electrodos dentro de la corteza motora del
cerebro a través del mismo puerto que usan los sistemas cableados.
“Hemos demostrado que este sistema inalámbrico es funcionalmente
equivalente a los sistemas de cableados que han sido el estándar de oro en el
rendimiento de las BCI durante años”, señaló en un comunicado John Simeral,
profesor asistente de ingeniería de la Universidad de Brown y miembro del
consorcio de investigación de BrainGate.
“La única diferencia es que las personas ya no necesitan estar ‘atadas’
físicamente a nuestro equipo, lo que abre nuevas posibilidades en términos de
uso del sistema”, explicó el científico, autor principal del estudio sobre la
nueva tecnología, que ha sido publicado esta semana en IEEE Transactions on
Biomedical Engineering.
El aparato fue probado por dos hombres de 35 y de 63 años, ambos con
lesiones en la médula espinal. A diferencia de la mayoría de las
investigaciones de BCI que se llevan a cabo en un laboratorio, esta vez los
participantes del estudio pudieron usar el sistema en sus hogares.
Los expertos subrayan que el paso a este dispositivo inalámbrico
representa un gran avance hacia el objetivo principal en el desarrollo de las
BCI: un sistema intracortical completamente implantable que ayuda a restaurar
la comunicación, la movilidad y la independencia de las personas con
enfermedades neurológicas, lesiones o sin extremidades.
Fuente: VTV