El proyecto de Restauración Ecológica
forma parte de las acciones emprendidas por la ONG ambientalista Provita para
la ejecución del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña (Amazona
barbadensis) y este año se estableció la meta de plantar 5 mil nuevos árboles y
contribuir con la recuperación del hábitat de la emblemática ave y de otras
especies endémicas de la Isla de Margarita.
José Manuel Briceño, responsable de
este Programa de Provita en Nueva Esparta, adelantó que uno de los ejes del
proyecto abarca la protección integral del hábitat del ave regional para lo
cual se han propuesto la propagación de especies autóctonas como el
guatapanare, el durote y el tarantán, además de cuica, cuchibano, yaque y palo
sano, siendo éste último el árbol emblemático de Municipio Macanao.
El palo sano (Bulnesia arbórea)
fue descrito por el investigador suizo Henri Pittier en su "Manual de las
Plantas Usuales de Venezuela" del año 1926 como “árbol de porte alto,
copa alargada y tronco recto; madera muy fuerte, de corazón moreno oscuro;
hojas con 7-8 pares de hojuelas oblicuas; flores numerosas, amarillas;
fruto de cinco carpelos alados, cada uno con una semilla”.
El palo sano es uno de los árboles
preferidos por la cotorra margariteña para hacer sus nidos. En el programa de
conservación del ave, Provita ha considerado al palo como una de las
especies banderas, pues estos árboles resultan atractivos por su madera,
dada las propiedades de fuerza y resistencia, por el sector maderero
industrial, así como la carpintería, ebanistería e incluso para el sector cosmético,
sumado la tala por ocupación de las quebradas para la actividad minera.
“Estamos realizando un trabajo
detallado que trae consigo no sólo sembrar la planta, sino garantizar que la
misma se establezca y crezca. Esta experiencia nos ayuda a levantar información
importantísima sobre los métodos utilizados para la propagación de plantas, su
germinación, mantenimiento, optimizar los sistemas de riego, así como
contribuir a la recuperación del hábitat de nuestra cotorra y de las diferentes
especies que se encuentran básicamente en Península de Macanao”, explicó
Briceño.
Destacó que “el palo sano es un árbol
sumamente hermoso, con una agradable fragancia durante su período de floración,
también da valor agregado al paisaje y además de ello es asiento para los nidos
de las cotorras margariteñas. Estas son las razones para que se incluyera en
los árboles a propagar a través del Proyecto de Restauración Ecológica".
Este Proyecto, según destacó el
biólogo, se ejecuta en diferentes zonas del Área de Conservación Comunitaria
Chacaracual ubicada en la quebrada La Chica y se enmarcan en el Plan de
Recuperación que lleva adelante la Arenera La Chica-Hato San Francisco. “El
área se encuentra segmentada en parcelas, lo cual permite hacer seguimiento y
monitoreo a la evolución de las plantas, nutre la investigación científica y
permite tener resultados tangibles, reales y beneficiosos para el Programa de
Conservación de la Cotorra Margariteña y en general para el ambiente, pues se
contribuye a la restauración del hábitat de diversas especies”, concluyó.
Nueva Esparta, Prensa Provita (CNP 21.465)