En mi columna de comienzo de año, específicamente el 4 de enero, escribimos sobre las preocupaciones que nos depararía el 2016 en cuanto a contener a una oposición engolosinada por el triunfo del 6D en las elecciones para elegir la nueva Asamblea Nacional, ansiosos de tomar el poder de un zarpazo, bien por la fuerza, circunstancial o bien manipulando la opinión pública con su oferta de “cambio”, impulsando maniobras que están incluso fuera del marco constitucional. Pues bien, los sucesos desarrollados desde la misma instalación de la AN, nos ha dado, lamentablemente la razón… ellos intentan y van a seguir intentando subvertir el ordenamiento institucional para el logro de sus fines, que no es otro que acabar con el chavismo.Lo que nunca ha querido entender, este “saco de gatos” que conforma la oposición desvariada, es que el chavismo no es un fenómeno electoral circunstancial, coyuntural o efímero. No han podido asimilar que este fenómeno histórico está sustentado ideológicamente en las ideas y enseñanzas de Chávez, quien con su ejemplo internalizó en el espíritu del pueblo marginado, la posibilidad real de su empoderamiento y protagonismo de su propio desarrollo. Chávez entre otras realizaciones para ese empoderamiento y protagonismo, consolidó el proyecto para la alianza cívico-militar, objeto inicialmente por esa oposición, de burlas y descalificaciones por la visión miope de este sector, que cada vez asume el fascismo como lente para leer la política nacional. Esta alianza del pueblo con su Fuerza Armada, pudo consolidarse por la claridad de Chávez, incomprendido a veces, pero que en su desarrollo ha podido demostrar lo fundamental que es para garantizar la estabilidad constitucional de la República Bolivariana que marca el inicio de la quinta República.
Hoy tenemos una fuerza armada con el orgullo de ser profundamente bolivariana, no subyugada al servicio de lineamientos de los oligarcas criollos, los poderes fácticos o del tutelaje de los EEUU; esta fuerza armada está en perfecta cohesión con las necesidades del pueblo, y ha desarrollado una doctrina propia para defender la soberanía y autodeterminación de la Patria, sin abandonar la solidaridad con los pueblos hermanos. Tenemos a una FA incorporada en los motores de la Patria para abandonar la cultura rentista y desarrollar, desde sus componentes, producciones para el impulso económico industrial, agrario y militar, ansiados para la superación de esta impuesta guerra económica y para compensar presupuestariamente la caída de los precios petroleros.
Nueva Esparta es testigo del éxito de esta alianza cívico-militar; la llegada del GJ Carlos Mata Figueroa, con una trayectoria profesional inmaculada, ocupando todos los cargos militares de alta responsabilidad en su carrera militar y su demostrada afinidad con el sentir neoespartano, permitió una gestión positiva en tres años;, solamente en el desarrollo de más de 15 mil viviendas entregadas a quienes más la necesitaban y el desarrollo de otras que permitirán sumarse a las tres millones que tiene como meta el presidente Maduro con la Gran Misión Vivienda Venezuela para el 2019; así el saneamiento de las deudas dejadas por los mal administradores anteriores; la modernización del sistema de transporte público urbano y la tecnificación ecológica para la recolección y tratamiento final de los desechos sólidos; el abordaje para la solución de los problemas de escases de alimentos medicinas y el activo interés para recuperar la industria turística de manera armoniosa, definen el interés de un gobernante que no ha dejado de lado a la población de pescadores y agricultores que hoy cuentan con apoyo social y financiero para su desarrollo integral.
Su clara visión de esta alianza cívico-militar quedó demostrada ante una audiencia especial presente en la Maestría de la Escuela de Altos Estudios para la Defensa Nacional, donde dictó una clase magistral sobre el tema de soberanía además de la situación insular, afectada por un crecimiento desordenado, donde no se previó el impacto del aumento poblacional, la protección ambiental y el aumento de los servicios públicos requeridos para un crecimiento armónico y sustentable. Mata destacó que abordan esta malformación heredada por la irresponsabilidad de un modelo político depredador de las divisas del estado y que ahora se reorienta para impulsar las potencialidades de la región insular, como se realizan en la pesca y la acuicultura; la agricultura y el turismo. Igualmente ahondando en la búsqueda de una solución consensuada del Puerto Libre, adecuándolo a las nuevas disposiciones de la economía nacional. Todo esto en el marco de la crisis económica ya mencionada.
Es claro que consolidar esta reorientación de la economía nacional no es, ni será fácil, existen muchos factores para sabotear esta necesidad histórica; es cambiar un modelo rentista, depredador de divisas y dependiente, donde subsistimos a través de la llamada “Economía de Puertos “, agregándose al mal, la corrupción de algunos funcionarios, comerciantes y empresarios inescrupulosos que hicieron fortunas con su mal proceder en detrimento de los venezolanos. Si, no es fácil porque estos factores cuentan con poder, cuentan con millonarios recursos financieros y están insertados en todo el sistema económico del país.
Pero aunque esta derecha cuente con capital y recursos mediáticos para sabotear las acciones de carácter humanista que realiza el gobierno, poco a poco se gana terreno en esta guerra contra la cultura neoliberal, que lucha con desesperación para acabar con este avance social que nos dejó Chávez y continúa Nicolás Maduro. La fe en este logro social nos anima a tener la sabia paciencia para esperar buenos resultados que hoy nos deprime. Y en el estado Nueva Esparta contamos con un gobernador producto de este proceso y forma parte fundamental de la alianza cívico militar que nos brinda garantía para salir adelante con tantos buenos planes que hoy se desarrollan en Nueva Esparta.