Años de investigación en las cálidas costas venezolanas han permitido arrojar luz sobre el comportamiento de los delfines y su agrupación social, donde domina una matriarca, tal como ocurría siglos atrás en sociedades humanas, según algunos teóricos.
Además de estos hallazgos, producto
del minucioso estudio de estos cetáceos surgen algunas preguntas: ¿Son
inteligentes?, ¿tienen cultura?, ¿'hablan' entre ellos?, ¿sienten?
En Venezuela hay 15 especies de
delfines, cuatro o cinco de ballenas, dos de cachalotes y tres de zifios
(cetáceos dentales que viven a unos 400 metros de profundidad).
El biólogo venezolano y profesional
asociado a la investigación del Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas (IVIC), Sergio Cobarrubia Russo, tiene 20 años estudiando el
comportamiento de los delfines en la costa del estado Aragua, en el centro del
país, a solo una hora de Caracas.
Durante las décadas de su
investigación, Cobarrubia ha hecho recorridos —a 1,5 kilómetros paralelos a la
costa—, desde la boca de la bahía de Turiamo hasta la playa de Uricao, ambas en
Aragua y separadas por casi 20 kilómetros, para estudiar al delfín nariz de
botella 'Tursiops truncatus' y al delfín manchado 'Stenella frontalis', que
cohabitan en la zona.
Un trabajo riguroso
Al avistar los grupos de cetáceos
comienza el meticuloso registro de sus individuos, que se vale, entre otras
cosas, de la observación de su comportamiento y de la fotografía de sus aletas
dorsales, que son únicas y que representan una suerte de "huella
dactilar" para establecer su identidad.
Cobarrubia estudia la estructura
social de estos delfines, sus redes sociales, sus formas de comunicación
verbales y corporales. Esta información es vertida en una base de datos donde
están recogidos el número de individuos, los tiempos de residencia y supervivencia
en cada zona, entre otros datos.
Además, analiza la organización
social, principalmente matriarcal, de los delfines. Del mismo modo, busca ver
cómo se estructuran, cómo se conectan en una red social, quiénes tienen el
mayor número de nexos sociales y el mayor dominio político, es decir, cuáles se
relacionan más con sus pares.
Para conocer con mayor profundidad
sobre estos mamíferos acuáticos que nadan en aguas venezolanas, el biólogo del
Centro de Ecología del IVIC explica a RT varios aspectos que ha encontrado
durante sus investigaciones a lo largo de dos décadas.
¿Existe un matriarcado?
Los delfines se organizan en
matriarcado. En el caso de las hembras, probablemente se mantengan en el mismo
grupo matriarcal toda su vida, colonicen un área adyacente y compartan espacio
con otras agrupaciones o se vayan a vivir con una manada vecina.
En las familias hay dos o tres
abuelas, que son las jefas. Ahí conviven las hijas, las sobrinas, las crías y
uno que otro macho visitante.
Existen algunos matriarcados que no
son totalmente estrictos y por lo general suele haber uno o dos machos
visitándolo. Cuando estos son maduramente sexuales salen del grupo y deben
velar por ellos mismos.
La función de los machos
Al madurar sexualmente, los machos se
vuelven "insoportables" por el proceso de generación de hormonas. Por
ello, son execrados del matriarcado y conforman grupos de
"bachilleres", que son muy agresivos, suelen ser parias y tienen un comportamiento
violento. Allí se forman alianzas de dos o tres individuos, —que tienen ciertos
nexos familiares y por lo general suelen ser primos—, que duran toda la vida.
Estos compañeros inseparables visitan
los matriarcados, que se encuentran a lo largo de toda la costa para dejar sus
genes en las temporadas reproductivas, que corresponden a diciembre, enero y
febrero.
¿Qué ocurre cuando falta la matriarca?
Cuando muere una matriarca, en cuanto
a la jerarquía, es posible que las más antiguas pasen a ocupar su posición, como
ocurre en cachalotes y elefantes africanos. Esto también impacta en el lugar
que tendrá a partir e ese momento el intermediario, que maneja mayor
información que otros, sin que necesariamente sea un jerarca.
Se ha visto en Nueva Zelanda que
cuando desaparece el segundo delfín que manejaba más información, el que estaba
en el tercer puesto ocupa su lugar, y así sucesivamente. Siempre hay un vocero
y un suplemente, el puesto no puede quedar un vacío.
¿Cómo son sus redes sociales?
Cobarrubia explica que al fotografiar
a varios delfines en una zona determinada, pueden observarse sus interacciones
diarias. Al analizarlas se ven los grupos y los integrantes que tienen contacto
intragrupal e intergrupal, lo que permite determinar quiénes tiene más
conexiones sociales y cuáles son las matriarcas.
En cuanto al agrupamiento familiar,
se puede ver a los intermediarios, al individuo más sociable, al jerarca
político y al jefe del grupo.
¿Cómo saben esa información?
Las abuelas y madres manejan tanto la
información que aprendieron durante su crianza, como la que corresponde al
tiempo que tienen habitando en determinada zona. Eso se lo transmiten a sus
crías.
La crianza en los delfines es similar
a la de los humanos porque se necesitan muchos años de información que
suministra la madre: lugar de nacimiento, sitios para dormir, comer, socializar
y peligros ante la presencia de depredadores.
¿Qué información se transmiten los delfines?
Hay información sobre la
interpretación biológica, que podría estar relacionada con la disponibilidad de
refugio, de alimento según la temporada, la presencia de depredadores como los
tiburones, principalmente.
¿Cómo se comunican?
Las formas de comunicación son
variadas. Una de ellas son los silbidos que, aunque no se haya determinado qué
dicen, sirven para socializar.
Se han identificado seis tipos:
- Constantes
- Ascendentes
- Descendentes
- Ascendentes-descendentes (predominan durante el viaje y no se emiten durante la socialización)
- Descendentes-ascendentes
- Múltiples.
El clic es otra que manera de
expresión que utilizan cuando salen a cazar, y no tienen visibilidad dentro agua.
Esto lo hacen para determinar la distancia de los objetos cuando estos reflejan
el sonido que emiten.
También, al acercarse a la presa,
emiten una cadena de clics y mientras más frecuentes sean, hay una mejor imagen
mental de su 'alimento'.
¿Son inteligentes?
Los delfines tienen buena memoria. Al
navegar bajo el agua deben conocer su entorno porque viven en un medio
tridimensional, usan la vista y el oído para ubicarse.
Por su parte, el biólogo Guillermo
Barreto junto a la periodista Nerliny Carucí afirman en un artículo de Ciudad
CCS que los delfines "son animales con un sistema nervioso muy
desarrollado, que muestran patrones de comportamiento complejo".
En una publicación del Museo de Historia
Natural de Chile se afirma que los delfines tienen "autoconocimiento y
automonitoreo", lo que significa que son capaces de reconocerse si se ven
a un espejo. Del mismo modo, "comprenden de las instrucciones del
lenguaje", "evidencian una comprensión de lo simbólico" y de
"cómo funcionan las cosas o cómo manipularlas".
¿Tienen sentimientos?
Cobarrubia afirma que aunque no
quiere antropocentrizar, se puede hablar de sentimientos. Para ilustrarlo
refiere que cuando las madres pierden una cría recién nacida, llevan consigo su
cuerpo sin vida por una semana. Además poseen comportamiento epimelético, que
ocurre cuando un individuo se relaciona con el cuidado de otros.
¿Los delfines tienen cultura?
La cultura en cetáceos existe y es
considerada como la transmisión de información para vivir.
Una muestra de ello es que hay
delfines en Australia que usan la esponja como herramienta de pesca. Aunque
esto lo practican los hijos cuyas madres se lo enseñaron de manera vertical,
esta información también puede transmitirse de forma horizontal al compañero
que imita su comportamiento al verlo.
El biólogo detalla que existe un
debate entre los antropólogos, que consideran que la cultura solo se
circunscribe a los seres humanos. Sin embargo, al estudiar el delfín nariz de
botella se observa que tiene la posibilidad de salir de la manada y volver,
incluso pasar de un grupo a otro. "Es como un intercambio cultural y de
información".
¿Pueden vivir aislados?
Cuando en un parque acuático un
delfín es la principal atracción del lugar, quienes aplauden sus piruetas
ignoran que ese lugar pudiera acabar con su vida. "Es una tragedia para
los que quedan y para el que se va, porque sacas de su entorno a un animal
totalmente social, que todo el tiempo se comunica", dice Cobarrubia.
"Cuando capturas a un animal, es
como te sacaran de tu familia, te confinaran a la soledad y rompieran el nexo
social, que es muy fuerte, incluso más que los nuestros", agrega.
Para ejemplificar, refiere un estudio
que se hizo en Bahamas con delfines manchados, que son muy sociables, y que
arrojó que en una temporada que pasaron dos huracanes, donde murió 30 % de la
población, se incrementó el promedio de nexo social, que pasó de 0,5 % antes
del fenómeno meteorológico a 0,8 %. "La perturbación climática hizo que
los lazos sociales se reforzaran", agrega el investigador venezolano.
Vía RT - Nathali Gómez
El biólogo Sergio Cobarrubia Russo en las costas de
Aragua, Venezuela
Edgar W. J. Darauche
Delfines en las costas del estado Aragua, Venezuela
Sergio Cobarrubia Russo
Delfines en las costas del estado Aragua, Venezuela
Sergio Cobarrubia Russo
Delfines en las costas del estado Aragua, Venezuela
Sergio Cobarrubia Russo
Delfines en las costas del estado Aragua, Venezuela
Edgar W. J. Darauche
Bahía de Cata, estado Aragua, Venezuela
Edgar W. J. Darauche
Delfines en las costas del estado Aragua, Venezuela
Sergio Cobarrubia Russo
Playa Juan Andrés, Bahía de Cata, estado Aragua,
Venezuela
Sergio Cobarrubia Russo