lunes, 29 de febrero de 2016

5 alimentos que cuidarán de tu salud hepática


Una buena salud hepática es sinónimo de bienestar. Si el hígado está fuerte, nuestras digestiones se llevan a cabo de forma adecuada y disfrutamos de un equilibrio interno que se nota por fuera.

Ahora bien, en el momento en que esté inflamado o sobrecargado notaremos de inmediato los síntomas. Uno de los más comunes es despertarse a menudo por la noche con sensación de “llenura” o presión.

Hay que tener en cuenta que el hígado tiene sus propios ritmos de trabajo, y aunque no lo creamos, es uno de los órganos más activos durante las horas nocturnas, al igual que el cerebro.


Nuestro cuerpo sigue estando “activo” durante la noche. Nuestro cuerpo, lejos de desconectarse en el momento en que cerramos los ojos y caemos en un descanso reparador, sigue llevando a cabo múltiples tareas.

El hígado es uno de los órganos que más funciones desempeña durante la noche. Metaboliza muchas enzimas, proteínas y vitaminas y, además, cumple tareas imprescindibles de depuración junto con el sistema linfático.

Si lo sobrecargamos durante la cena con alimentos con grasas, muy picantes o con exceso de azúcar, impedimos que lleve a cabo sus tareas de forma óptima.

Salud hepática: alimentos que debes tomar por la noche
Algo que debemos tener en cuenta es que la cena requiere de unos “rituales” y de unas normas que debemos cumplir para favorecer no solo la salud hepática, sino también para favorecer un adecuado descanso:

Debemos cenar como mínimo dos horas antes de ir a dormir. De este modo podemos hacer bien la digestión y llegar a la cama listos para que, en las siguientes horas, el hígado pueda cumplir ya sus funciones.

Intenta cenar siempre a la misma hora. A nuestro cerebro y a nuestro cuerpo le gustan los hábitos regulares.

Nunca hagas esfuerzos considerables o ejercicios fuertes después de la cena o antes de ir a dormir.

1. Las alcachofas: Una cena ideal para favorecer la salud del hígado sería, por ejemplo, unas alcachofas con un poco de aceite de oliva, vinagre de manzana y un poco de jugo de limón. Las alcachofas fortalecen el hígado y la vesícula biliar y nos permiten tratar el hígado graso.

2. Las espinacas: En general, todas las verduras de hoja verde, son ricas en fibra, vitamina B y ácido fólico que estimulan las funciones hepáticas y renales. No dudes en acompañar tus cenas con espinacas, diente de león, rúcula, achicoria…

3. Agua de pasas: Las pasas son un alimento maravilloso para cuidar de nuestro hígado. Son una fuente natural de antioxidantes que favorecen la depuración del hígado a la vez que le aportan múltiples vitaminas. Puedes acompañar tus ensaladas con unas pocas uvas pasas.

4. La remolacha o betabel: Las remolachas disponen de un aporte maravilloso de nutrientes para favorecer la salud del hígado: betalaína, fibra, hierro, betacianina, ácido fólico.

5. Las zanahorias: Ideal si son de producción orgánica, porque entonces su riqueza en agua, flavonoides y beta-carotenos nos ayudan a combatir problemas hepáticos como la inflamación o la cirrosis.

Fuente: Mejor con salud
Foto: Archivo