Un lote de 52 materiales genéticos de maíz mexicano de alta calidad llegó al país a través de los acuerdos de cooperación suscritos entre Venezuela y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), para estudiar cuál de estos germoplasmas se adapta más a los suelos y al clima de nuestro país, a fin de fortalecer el sistema de producción nacional de cereales.
Las semillas serán caracterizadas y
evaluadas en campo por familias campesinas, con el acompañamiento de
instituciones como Semillas Híbridas de Venezuela (Sehiveca), el Instituto
Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) y la Fundación para la
Investigación Agrícola (Danac), bajo la coordinación del Ministerio del Poder
Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), a través de la Corporación para el
Desarrollo Científico y Tecnológico (Codecyt).
En un acto realizado en la sede del
Mincyt, el representante de la FAO en Venezuela, Alexis Bonte, refirió que las
semillas provienen del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo,
ubicado en México, y que gracias a la cooperación con el Codecyt se iniciarán,
en los próximos días, ciclos de ensayos en los estados Aragua, Yaracuy y
Portuguesa para probar la potencialidad de estas semillas en suelos nacionales.
“Las pruebas se harán con varios
socios de investigación, tanto del sector público como privado, para determinar
las variedades más productivas, más eficientes para los campesinos y mejorar la
seguridad alimentaria”, destacó Bonte.
Por su parte, la ministra para
Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, precisó que estos germoplasmas
servirán para impulsar la Alianza Científico-Campesina, que es un programa
estratégico para trabajar en la producción de alimentos, el rescate de semillas
soberanas y en la obtención de cultivares nacionales.
“La diversidad genética que estamos recibiendo va a contribuir a fortalecer los programas de mejoramiento para ampliar la variabilidad de materiales para el pueblo agricultor y para elevar la producción de maíz que, si se quiere, es el cultivo de más alta prioridad para la alimentación del pueblo venezolano”, dijo Margaret Gutiérrez, representante de la Gran Misión AgroVenezuela, que será parte de los equipos encargados de evaluar las semillas recibidas gracias a los convenios de complementariedad suscritos con la FAO.
Prensa Mincyt