Buena parte de América Latina se encuentra sacudida como nunca antes por la segunda ola del coronavirus. Con un importante repunte de infectados y muertes, y ante la aparición de nuevas cepas del virus, más contagiosas y dañinas, son varios los gobiernos que han tenido que restringir nuevamente las libertades de circulación, una medida impopular que afecta gravemente la economía.
Para peor, el continente ha quedado
relegado en la distribución mundial de vacunas contra el covid-19, y en esa
disputa cada gestión se pone a prueba a la hora de conseguir el tan preciado
antídoto para iniciar, cuanto antes, la marcha de una ansiada 'nueva
normalidad'.
Sin embargo, la crisis socioeconómica
que causa la pandemia arrastra hacia abajo la imagen de gobiernos que han sido
ponderados por su exitoso plan de vacunación, como es el caso de Chile,
mientras que en algunos países el descrédito por el Gobierno no logra ser
apuntalado por el número de dosis aplicadas, tal como ocurre en una
convulsionada Colombia.
En Argentina, en cambio, el desempeño
de Alberto Fernández suma más apoyo entre las personas vacunadas que entre
aquellas que no lo están. Y en Brasil, el negacionismo de Bolsonaro ha
impactado con fuerza en la valoración de su gestión.
Chile: el descontento social
Pasado un año y dos meses desde que
se detectó el primer caso de la enfermedad en América Latina, Chile, que logró
avanzar como ningún otro de sus vecinos en la vacunación de sus habitantes –el
45 % de su población ha completado el proceso de inmunización–, mantiene en
niveles bajos la popularidad de su presidente, Sebastián Piñera.
La gestión del mandatario tiene una
aprobación del 9 %, un 74 % de rechazo y otro 15 % no aprueba ni desaprueba,
según reveló una reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).
El presidente apenas pudo cosechar un
3 % de aprobación respecto de la última medición de la CEP, datada de enero de
2019, cuando, a cuatro meses del estallido social, alcanzó su mínimo histórico
de 6 %.
La última acción de Piñera que
reavivó la llama del descontento popular ocurrió la semana pasada. El líder de
la coalición Chile Vamos recurrió al Tribunal Constitucional (TC) para intentar
frenar el proyecto de tercer retiro del 10 % de fondos de pensiones (AFP), una
medida de emergencia que tuvo por objetivo dar soporte al golpeado bolsillo de
los chilenos. Piñera la promulgó a regañadientes tras la derrota en el TC y en
el Congreso, donde el proyecto contó incluso con votos de su propio espacio.
La calle se había hecho sentir.
Cuando Piñera anunció que recurriría al Tribunal Constitucional, hubo
cacerolazos, protestas y varios incidentes, principalmente en la capital,
Santiago. A pesar de que el tercer retiro ya es un hecho, el 61 % de los
chilenos piensa que el jefe de Estado recurrió al TC para proteger las
inversiones de las empresas de AFP en el sistema financiero, según una encuesta
de Data Influye.
Argentina: la incidencia de las vacunas
En Argentina, que en las últimas
semanas ha registrado cifras récord de contagios y fallecidos, tensionando la
capacidad hospitalaria, la aprobación de la gestión del presidente Alberto
Fernández frente a la pandemia está en su nivel más pobre. Un 45 % la ve
positiva y un 50 % la considera mala.
Sin embargo, el apoyo crece de manera
significativa entre las personas que recibieron al menos una dosis de las
vacunas contra el coronavirus, segmento en el cual el 53 % tiene una valoración
positiva, y 47 % negativa, según un estudio de Opinaia publicado por La Nación.
La expectativa del Gobierno por
conseguir más vacunas y mejorar el ritmo del plan de inoculación, se ve a
diario. Y más allá de las necesidades lógicas de superar esta segunda ola, la
llegada de más antídotos ayuda a mejorar la imagen de su gestión, máxime teniendo
en cuenta que en octubre habrá elecciones legislativas.
La semana pasada, el propio Alberto
Fernández asistió al Aeropuerto de Ezeiza a recibir un vuelo proveniente de
China, con un millón de dosis de la vacuna Sinopharm. Además, hace dos semanas
el país se convirtió en el primero de América Latina en producir la vacuna
Spuntik V contra el covid-19, que podría realizarse de forma masiva a partir de
junio.
Ecuador: un fin de ciclo con baja aprobación
Ya en sus últimos días en el poder,
Lenín Moreno dejará la Presidencia de Ecuador con un 8 % de respaldo popular,
posicionándose en el último lugar del ránking de imagen presidencial de América
Latina elaborado por la Fundación Directorio Legislativo.
En una nación sensiblemente
polarizada entre correístas y anticorreístas, Moreno no genera simpatía en
ninguno de los dos bandos.
Y el presidente electo, el banquero
Guillermo Lasso, iniciará su mandato el próximo 24 de mayo con varios desafíos:
superar la crisis económica, acelerar el proceso de vacunación –apenas un 3 %
de la población está inmunizada– y reducir los contagios para recuperar el
sistema hospitalario, que en algunas ciudades como Quito está con el 100 % de
ocupación de camas en unidades de cuidados intensivos.
Todo esto, sin un respaldo claro de
los ecuatorianos, dato que sobresale al observar que en la primera vuelta de
las elecciones, Lasso cosechó solamente el 32 % de los votos.
Duque, en su peor momento
En medio de un clima caliente tras
siete jornadas consecutivas de protestas, que comenzaron con el proyecto de
reforma tributaria, la aprobación del presidente Iván Duque se deteriora con
fuerza y está en uno de sus peores momentos desde que inició su mandato, en
agosto de 2018.
A un año de las próximas elecciones,
solo un 33,1 % avala su gestión, según una encuesta de Invamer publicada por
Valora Analítica. Sin poder resolver el problema de la creciente violencia, con
inestabilidad fiscal y atravesando la "tercera ola" del coronavirus,
Duque sufrió un derrumbe de casi 10 puntos respecto a la anterior medición —de
noviembre de 2020—, cuando cosechó una aprobación del 43,6 %.
Actualmente, la desaprobación está en
63,2 %, mientras que en la anterior medición era de 51,9 %. En este caso, el
desempeño del Gobierno en relación a la vacunación es destacable. Ya ha
inoculado a más de 5 millones de personas y cuenta con las dosis suficientes
para inmunizar a otras 4 millones en el mes de mayo.
Bolsonaro y el 'fantasma' de Lula
Tras pasar un año negando la
pandemia, el presidente brasileño Jair Bolsonaro empieza a sufrir los efectos
de una cuestionada administración de la salud.
En lo que va de 2021, la evaluación
que la población hace de su Gobierno empeoró notablemente, ya que la valoración
de 'malo' y 'pésimo' pasó de 40 % a 48 %, mientras que la calificación óptima y
buena se redujo de 32 % a 27 %. Así lo demuestra el último sondeo de XP/Ipespe,
realizado a finales de marzo.
En el mismo estudio, la consulta
sobre la forma en que Bolsonaro está enfrentando la pandemia, la desaprobación
pasó de 50 a 60 %, mientras que la aprobación viró de 40 a 33 %. Allí, el
porcentaje de personas vacunadas con al menos una dosis alcanza al 14 % de la
población.
La caída de la imagen del mandatario
contrasta con la buena 'performance' del expresidente Luiz Inácio Lula Da
Silva, quien ha recuperado la libertad y sus derechos políticos hace poco más
de un mes, gracias a la anulación de sus condenas por presunta corrupción.
El líder del PT supera a Bolsonaro en
intención de voto: alcanza el 29 % contra un 28 % del ultraderechista. Y la
tendencia es favorable a Lula, ya que en el análisis anterior sumaba 25 %
contra 27 % de Bolsonaro.
El Gobierno de El Salvador es el que mejor imagen tiene de toda América Latina
respecto a la gestión de la pandemia. El 98 % de los salvadoreños aprueba a
nivel general la forma en que el gobierno del presidente Nayib Bukele ha
abordado la emergencia sanitaria del coronavirus, de acuerdo a un trabajo de la
encuestadora CID Gallup publicada en marzo.
En términos generales, Bukele
encabeza el ránking de presidentes de Directorio Legislativo con 83 % de imagen
positiva, seguido por Luis Abinader, de República Dominicana (68 %).
Pero el mandatario 'millennial'
comienza a ser caracterizado como un autoritario. El domingo, hubo protestas en
las calles luego de que la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista,
destituyera a los cinco jueces de la Sala de lo Constitucional, una de las
cuatro instancias que forman la Corte Suprema de Justicia, y al Fiscal General.
Su embate a la Justicia fue
considerado un "golpe" o "autogolpe" por diversas
organizaciones sociales, y también despertó fuertes cuestionamientos por parte
de la comunidad internacional.
López Obrador suma apoyo popular
Otro líder político que mantiene y
aún supera el apoyo popular logrado en las elecciones que lo posicionaron en la
Presidencia es el jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Una encuesta del Centro Estratégico
Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) reveló en abril que López Obrador cuenta
con un respaldo del 56 % de la ciudadanía, cifra que supera en tres puntos el
porcentaje de votos cosechados en los comicios de 2018 (53 %).
A pesar de ser el cuarto país con más
muertes por covid-19 en el mundo, con más 217.000 fallecidos, dos tercios de
los mexicanos evalúan positivamente la campaña de vacunación que el Gobierno
nacional está llevando a cabo para enfrentar la pandemia. Hasta ahora, el 10 %
de la ciudadanía ha recibido una primera aplicación.
Emmanuel Gentile
Vía RT