Henry
Hernández Armas
La
cotidianidad de los hechos públicos atentan contra la corta memoria de los
venezolanos; nos acostumbraron a eso, sí, aunque usted no lo crea somos
víctimas del “pero eso ya pasó, pasa la página, olvídalo” y vuelven a suceder
las cosas, Por ello, no planificamos, no prevenimos y las cosas siguen pasando,
hasta que nos afecta en lo personal y allí sí se complica la cosa y nos damos
cuenta que lo personal corre el mismo destino del “pero eso ya pasó, pasa la página,
olvídalo.”
Y lo
digo porque en ese sentir se agrega la mezquindad y el egoísmo supino de no
reconocer lo bueno y lo malo del hecho social, para observar cómo se atenta,
por parte de una oposición malintencionada y de algunos beneficiarios de las
buenas acciones que realiza el gobierno. Casos como el de los CDI y demás
colaterales de la Misión Barrio Adentro, Gran Misión Vivienda Venezuela y Base
de Misiones por citar solo una pequeña parte de lo que se realiza como
Inversión Social y no como Gasto Público, son muestra palpable de lo que se
hace y no se reconoce en la magnitud del beneficio que son estas hechos de la
gestión de gobierno.
Solo
en el caso de Barrio Adentro los beneficios son incalculables, tanto económica
como sanitariamente, primero porque ahora en cada sector popular existe más de
un centro de esta misión; solo en análisis de sangre, rayos X, Oftalmología,
Odontología, Terapias, y laboratorios en general nos ahorramos miles de
bolívares, impagables en centros de salud privados, a menos que se cuente con
un seguro clínico que no garantiza la atención integral y mucho menos la
dotación de los medicamentos requeridos. Yo, en lo particular lo he disfrutado
y doy fe de ello. Es por eso que me dolería que este bien social desaparezca
para impulsar la medicina pagada por empresarios de la salud.
Igual
sucede con los alimentos, no es justo que debamos hacer largas colas para
adquirir productos a precios subvencionados por el gobierno o a precios justos
como se promociona desde el ejecutivo; parte del problema es la relación de
precios que va del 100% hasta el 1.000 % cuando lo compras en la calle, ya que
este beneficio trajo como consecuencia un mal como son los acaparadores y
bachaqueros, con la complicidad de corruptos funcionarios administradores y
personal de seguridad que se prestan por la marcada ganancia ilegal que se
produce. Pero el bien social existe, el gobierno pone su parte para que nos
beneficiemos todos, pero, pero hay que reconocer que en parte hemos o somos
cómplices muchas veces de esta situación anormal al no involucrarnos y
denunciar el delito.
Es
difícil que se niegue permanentemente todos estos beneficios que goza una gran
mayoría de los venezolanos, apoyando o no darnos cuenta que el llamado Cambio
no mejorará esta situación avalada y promovida por ese antichavismo a ultranza.
Si no ¿Qué propuesta mejor ha hecho la MUD para garantizar la salud pública?; o
si la idea para dolarización de la economía garantizará la adquisición
alimenticia necesaria, como hoy tenemos a pesar de las colas; y en el caso de
las viviendas, si ya las poseen los beneficiarios en más de un millón de
familias, por qué tanta insistencia en otorgar nuevos títulos de
propiedad. Si antes negaron apoyar esta
misión o en el caso de los más de tres millones de pensionados que hoy gozan
los adultos mayores ¿Retrocederemos a las desigualdades del pasado? Muchas son
las debilidades, errores y malas implementaciones del aparato gubernamental,
pero si se ha desarrollado una política social benéfica para todos, o es que
cuando se otorgaron millares de dólares para quienes hoy se quejan, no viajaban
al Ecuador, Panamá, Cuba o Europa a raspar los cupos y luego venderlos a
precios de Dólar Today, con ganancias exorbitantes, no nos dábamos por
enterados de esta anomalía. Son demasiadas las contradicciones de esta
quejadera que resulta a veces intolerable.
En
el caso de Nueva Esparta, gústele o no a la oposición, no hemos tenido un mejor
gobernador como Carlos Mata Figueroa desde hace muchos años; el solo hecho de
haberse puesto al frente cuando fue ministro de la Defensa, para la
recuperación integral de la ciudad de Juan Griego entre otras ya dice mucho. Su
perseverancia para construir en menos de tres años once mil viviendas en
nuestras islas para los más necesitados; la recuperación de ese elefante
fosilizado como era El Canódromo para convertirlo en una ciudad deportiva, o
acabar con la guillotina de la redoma de Los Robles, criticada pero nunca más
oportuna; o tantos beneficios laborables para los trabajadores públicos
olvidados por los gobernantes anteriores a él, son parte pequeña de lo que
logró este Cacheroso gobernador que a la calladita ha triunfado en su gestión,
libre de hechos que desdigan lo que ha hecho nos indican que debemos ser más
serios y no prestarnos como “tontos útiles” a promocionar a quienes si han
hecho daño al estado y al país.
Son
tiempos de cambio si es verdad, pero cambios para mejorar como ya lo hace el
ejecutivo que recibió y asimila la lección del 6D, y ha reasumido su interés en
garantizarnos una mejor calidad de vida, iniciando el deslastre del rentismo
petrolero que nos asumió a todos en la cultura del facilismo y la “manguangua”
como estilo de vida. Los catorce motores para impulsar nuestra economía deben
ser apoyados por quienes queremos un mejor país, para todos sin excepción. Ah y
leerse bien los mamotretos de ley que impulsa esa bolsa de gatos de la MUD
antes de opinar sin saber, lean y opinen su contenido, es sano.