Luego de un año cargado de muchos retos y experiencias por fin llegó la Navidad. Para nosotros este sin duda es uno de los meses más importantes por toda la carga afectiva y reflexiva que tiene. Es el tiempo para compartir con nuestras familias, amigos y seres queridos; para agradecer todo lo vivido y recibido; para pensar en todas nuestras acciones y prepararnos para lo que viene.
Este ciclo
que estamos cerrando nos dejó grandes aprendizajes y fortalezas. Para mi la más
importante es que entendimos que para lograr nuestros objetivos debemos
permanecer siempre unidos, trabajando articuladamente, con organización y
planificación.
En pocos
días estaremos iniciando un nuevo año en el que todos tenemos que aportar desde
nuestros espacios para construir, producir, avanzar hacia ese estado y país con
el que soñamos y merecemos. No podemos relajarnos, en cada uno de nosotros hay
una importante carga de sabiduría, experiencia y también de responsabilidad.
Así que mis
queridos hermanos aprovechemos al máximo esta hermosa época navideña. Renovemos
nuestras esperanzas, dejemos que la alegría y el amor de Dios, nuestra
Virgencita y nuestras familias invadan nuestros corazones para que juntos
podamos transformar todo lo necesario en positivo. Seamos positivos. Sé que
podemos lograr todo lo que nos propongamos. Vivamos esta época decembrina en
paz, apoyando también a quien lo necesite, poniendo en práctica todos los
valores cristianos que nos caracterizan, compartiendo, con hermandad.
Mi deseo
para ustedes es que esta Navidad venga cargada con mucha energía, salud,
prosperidad, bienestar y felicidad para todos. Que el Niño Jesús nos conceda
esos deseos que tanto anhelamos. Trabajemos unidos por ello. El cielo es el
límite. Un fuerte abrazo. Los quiero mucho.
Dante Rivas